
Marzo, tercer mes del calendario, símbolo internacional y aunque guarda un enfoque mucho más conmemorativo que de celebración, el día 8 de marzo de cada año vemos los banners felicitando a cada mujer.
El hecho que convirtió a este mes en un símbolo de feminidad, no es digno de celebrar, denominador común de disimiles criterios al respecto y aunque hay quienes no consideran adecuado una felicitación, y sin entrar en debate porque no es el objetivo de este artículo, podríamos preguntarnos: ¿Acaso no es digno de felicitar a quien un día tuvo la dicha de nacer mujer?
La mujer, a quien han tratado de imponerle un papel, podría decirse, limitado a la maternidad y el hogar, ha luchado desde que la historia tiene memoria, por emanciparse y mostrar que además de hermosa, es capaz y brillante en el propósito que su foco ilumine.
Y como una pequeña prueba de esto, vamos a mencionar grandes mujeres que hicieron historia en la medicina, demostrando que las profesiones, los colores y las ideas son personales y totalmente independientes del sexo.
Metrodora, doctora griega, de aproximadamente 200- 400 d.C., quien fuera autora del texto médico más antiguo escrito por una mujer, que aborda las enfermedades y salud ginecológica en una época donde el estudio de la salud femenina se limitaba casi exclusivamente al parto y el papel femenino en la procreación. Si bien su obra fue referencia para muchos otros autores de la antigua Grecia y Europa medieval, no se conoce nada sobre la identidad de Metrodora.
Florence Nightingale, (1820- 1910) imposible no mencionar a esta gran mujer cuando hablamos de enfermería, considerada la precursora de la enfermería profesional moderna pues fue quien sentó las bases al crear en 1860 su escuela, de esta rama de la salud, en el hospital Saint Thomas de Londres.
Ayudó en la atención de los heridos en la guerra de Crimea, fue inspiración para Henry Dunant, quien fundara la Cruz Roja en 1863 y recibió la Real Cruz Roja otorgada por la Reina Victoria y la Orden de Mérito del Reino Unido.
En la actualidad el juramento de Nightingale forma parte de la graduación de cada enfermo y su cumpleaños es la fecha en la que se celebra el “Día internacional de la enfermería”.
Elizabeth Blackwell, (1821- 1910) pasó a la historia por ser la primera mujer, que a pesar de haber sido rechazada por varias escuelas de medicina, supo imponerse, convirtiéndose en 1849 , en la primera mujer que obtiene el título de médico. Dedicó gran parte de su vida profesional a difundir consejos y recomendaciones para el cuidado de la higiene y salud en población femenina. Además fundó una universidad de medicina para mujeres en 1868.
Marie Curie (1867- 1934) científica polaca nacionalizada en Francia, ganadora de dos premios Nobel y primera mujer en ocupar el puesto de profesora en la universidad de París. Dos elementos de la tabla periódica son reconocidos en la actualidad gracias al descubrimiento de Marie Curie, el polonio, en honor a su país natal, y el radio. Fundó el instituto Curie en París y Varsovia, centros reconocidos actualmente por su importante papel en la investigación médica, además se le atribuyen a esta gran mujer los primeros centros radiológicos, creados durante la Primera Guerra Mundial.
No podríamos hacer honor en este pequeño artículo a tantas grandes mujeres que se ganaron su lugar en la historia de la medicina e incluso muchas, que si bien su nombre no figura en los libros, desde el anonimato han contribuido con su esfuerzo a convertir en realidad el sueño de la salud.
Dra Sol Márquez Landestoy
Centro Cubano de Atención al Diabético.